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Un ex investigador de San Francisco demanda a la fiscal Brooke Jenkins-Keita
SAN FRANCISCO – En un giro sorprendente, un ex investigador del Departamento de Policía de San Francisco ha presentado una demanda contra la fiscal Brooke Jenkins-Keita, alegando haber sido objeto de represalias después de haber sido despedido de su puesto en la unidad de Investigaciones Especiales.
La demanda, presentada el miércoles en el Tribunal Superior del Condado de San Francisco, afirma que el ex investigador, cuyo nombre no se revela por motivos de privacidad, fue despedido injustamente tras exponer presuntas conductas inapropiadas y tratos irregulares dentro de la unidad dirigida por Jenkins-Keita.
Según la denuncia, el ex investigador alega haber sido testigo de prácticas ilegales sistemáticas dentro de la unidad de Investigaciones Especiales, incluyendo el uso indebido de pruebas y la manipulación de informes. Además, asegura que informó de estas irregularidades a sus superiores, pero en lugar de tomar acciones correctivas, fue objeto de represalias.
Jenkins-Keita, conocida por su postura enérgica contra la corrupción policial, ha negado rotundamente todas las acusaciones en su contra. En una declaración emitida por su oficina, la fiscal insiste en que la demanda carece de fundamentos y califica las acusaciones como “falsas y fabricadas”.
El abogado del ex investigador, sin embargo, argumenta que su cliente cuenta con pruebas sólidas y testigos que respaldan sus afirmaciones. Además, indica que su despido tuvo un impacto negativo en su vida personal y profesional, al tiempo que pone en duda la integridad del sistema de justicia en San Francisco.
El Departamento de Policía de San Francisco y la Oficina del Fiscal del Distrito hasta el momento no han comentado sobre la demanda. Se espera que el caso se desarrolle en los próximos meses a medida que se presenten pruebas y se escuchen testimonios.
Esta demanda llega en medio de una creciente polémica en San Francisco en torno a las prácticas y conductas inapropiadas de las fuerzas del orden. La ciudad ha sido escenario de múltiples casos de brutalidad policial y corrupción en los últimos años, lo que ha llevado a un aumento en la desconfianza de la comunidad hacia las instituciones policiales y judiciales.
La demanda contra la fiscal Jenkins-Keita se suma a los esfuerzos de la comunidad por buscar justicia y transparencia en estos casos. Ahora queda en manos de la justicia determinar la veracidad de las acusaciones y si hubo o no irregularidades en la unidad de Investigaciones Especiales.
