
origen de la imagen:https://nypost.com/2023/10/24/real-estate/nyc-rental-on-former-archdiocese-land-prohibits-abortions/
La Ciudad de Nueva York restringe el acceso a abortos en una propiedad de alquiler en terrenos de la antigua arquidiócesis
La Gran Manzana sigue siendo testigo de controversias relacionadas con el acceso al aborto. En esta ocasión, una propiedad de alquiler en la ciudad de Nueva York, ubicada en terrenos anteriormente pertenecientes a la arquidiócesis, prohíbe de manera explícita la realización de abortos.
El edificio en cuestión, conocido como “Residencias de la Santa Cruz”, bloquea activamente cualquier tipo de intervención abortiva en sus instalaciones, lo que ha generado debate y críticas por parte de defensores de los derechos reproductivos.
Este descontento surge a raíz de un contrato de arrendamiento que los inquilinos deben firmar al alquilar un apartamento en el complejo residencial. Dicho documento establece claramente la prohibición de la realización de abortos y declara que cualquier violación de esta política podría resultar en la terminación del contrato de arrendamiento.
Aunque la antigua arquidiócesis ya no es propietaria de la propiedad, ha dejado claro que el contrato incluye una cláusula que prohíbe explícitamente el acceso a servicios de aborto. Los críticos argumentan que esta restricción infringe los derechos reproductivos de las mujeres y viola la legislación actual que garantiza la disponibilidad de estos servicios.
La situación ha generado tensiones entre aquellos que defienden la libertad de elección y aquellos que buscan preservar los valores religiosos y éticos en el lugar. La discusión se intensifica ya que, a pesar de que el contrato afirma que la restricción es exclusivamente para las instalaciones del edificio, algunos ven esta medida como una violación de los derechos reproductivos en general.
Diversas organizaciones defensoras de los derechos reproductivos están considerando emprender acciones legales para desafiar la política de la propiedad de alquiler. Expresan preocupación por la llegada de un precedente que permita imponer restricciones similares en otros lugares de la ciudad.
Asimismo, varios políticos y activistas han manifestado su descontento ante esta restricción. Consideran que el acceso al aborto es un derecho fundamental que no debería ser prohibido en ninguna circunstancia, y están comprometidos en presionar para que se revierta esta medida.
A medida que los debates continúan y la tensión aumenta, la ciudad de Nueva York se encuentra una vez más inmersa en una confrontación entre los derechos reproductivos y las creencias religiosas y éticas arraigadas en la sociedad. El resultado de esta disputa definirá si la propiedad de alquiler mantendrá su política restrictiva o si el acceso a servicios de aborto será protegido y garantizado en el futuro.