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Ruth Mariela Castillo aún está en negación sobre la pérdida del amor de su vida, su esposo, Fermín Castillo Gómez.
Esta historia es parte del proyecto de homicidios del Dallas Morning News, que se enfoca en compartir las historias de todas las personas asesinadas en Dallas en 2024.
Fermín, de 31 años, llegó a Garland en 2020 desde Linares, Nuevo León, México.
Estaba haciendo realidad sus sueños.
Tenía un negocio de construcción exitoso y había comprado tres caballos y varios ovejas para añadir a la casa que había adquirido recientemente en Quinlan, a unas 50 millas de Dallas.
“Era una persona muy positiva. La palabra ‘no’ no existía para él. No sabía qué era rendirse”, dijo Ruth.
“2024 se suponía que iba a ser nuestro año. Todo iba en la dirección correcta.”
Fermín fue descrito como un hombre trabajador que se levantaba a las 4 de la mañana para comenzar su día y hacer tanto trabajo como pudiera.
Disfrutaba jugar al fútbol y bailar música regional mexicana con amigos y familiares en su tiempo libre.
El 27 de abril, Fermín y su familia estaban celebrando la boda de su hermano en la zona de Pleasant Grove y se quedaron sin hielo, así que decidió ir a la tienda para asegurarse de que todo estuviera perfecto para la fecha especial de su hermano.
Se involucró en una discusión con alguien en el estacionamiento y otra persona se acercó por detrás y le disparó, según Ruth.
Fue trasladado a un hospital, donde murió, según la Policía de Dallas.
No se han hecho arrestos.
Fermín dejó atrás dos hijos, de 4 y 6 años, de su primer matrimonio.
Su principal razón para mudarse a los Estados Unidos fue proveer para ellos.
Creció en el campo y le encantaba vestirse con ropa de vaquero.
Tenía alrededor de una docena de sombreros de diferentes colores.
Ruth mencionó que Fermín amaba bromear y estaba dispuesto a ayudar a cualquier persona sin esperar nada a cambio.
Desde joven, jugaba fútbol con sus amigos casi todos los fines de semana.
Su equipo mexicano favorito era el Club América.
En su muro de Facebook, cientos de personas escribieron condolencias tras enterarse de la muerte de Fermín.
Un grupo de su pueblo natal compuso una canción en su honor, “El corrido de Fermín Castillo.”
“Un segundo se hace eterno cuando pesa la tristeza.
Aunque llegó mi hora cero, nunca agaché la cabeza y para serles sincero, será eterna mi grandeza”, dicen la letra de la canción.
“Un segundo se hace eterno cuando la tristeza pesa.
Aunque mi tiempo ha llegado, nunca bajé la cabeza y para serles sinceros, mi grandeza será eterna.”
El cuerpo de Fermín fue regresado a su pueblo natal, donde cientos de personas le dieron un último adiós.
Durante su funeral, se tocó música en vivo, y su tumba se decoró con latas de cerveza, fotos de él, una bandera y camiseta del Club América, y flores coloridas.
“Su lema era, ‘El hambre no me mantendrá despierto por la noche.’ Era la persona más amorosa y trabajadora”, dijo Ruth.
“Lo extraño cada día.”
