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Según un artículo de NBC Los Angeles, docenas de farolas están apagadas en las calles de la ciudad, lo que preocupa a los residentes y aumenta la sensación de inseguridad. Los informes muestran que las luces en algunas áreas han estado apagadas durante meses, lo que ha llevado a un aumento en la actividad delictiva.
Los residentes se quejan de que las calles oscuras son un imán para los criminales y hacen que sea más difícil para la policía patrullar las áreas afectadas. Uno de los vecinos dijo que ha notado un aumento en los robos y vandalismo desde que las luces se apagaron.
Las autoridades han prometido abordar el problema y están trabajando para reparar las farolas lo más rápido posible. Sin embargo, los residentes están ansiosos por ver una acción inmediata para garantizar su seguridad y la de sus familias.
La falta de iluminación en las calles es un serio problema que no solo afecta la seguridad de los residentes, sino también la calidad de vida en la ciudad. Se espera que las autoridades tomen medidas rápidas para abordar esta situación y devolver la tranquilidad a las comunidades afectadas.