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HONOLULU (AP) — Un juez federal de Hawái ha condenado a un hombre a 30 años de prisión por llevar a cabo una serie de ataques con ácido sulfúrico en cuatro mujeres. La persecución del caso ha sido larga y complicada, y ha incluido conspiraciones para planear los ataques.
El juez Kenneth J. Mansfield II dijo que los crímenes de Bradford Burgess eran “despiadados y brutales” y que merecía la sentencia máxima por los ataques, que dejaron a las víctimas con quemaduras severas y cicatrices permanentes.
Burgess, de 52 años, llevó a cabo los ataques en 2016 y 2017 en un suburbio de Honolulu. Las víctimas, que eran conocidas de Burgess, sufrieron daños graves en cara, espalda, piernas y manos.
Además de enfrentar cargos por los ataques, Burgess también fue acusado de conspirar para llevar a cabo los crímenes. Otros dos hombres fueron condenados en relación con el caso.
El abogado de Burgess, John Dickson, argumentó que su cliente estaba bajo la influencia de las drogas en el momento de los ataques y que merecía una sentencia más corta. Sin embargo, el juez Mansfield no aceptó esa defensa y condenó a Burgess a 30 años de prisión.
Las víctimas, que han tenido que someterse a múltiples cirugías reconstructivas y experimentan traumas emocionales, han expresado alivio por la condena. Esperan que esta sentencia les ayude a encontrar cierre y justicia por lo que han pasado.
