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GM demanda a la ciudad de San Francisco por impuesto a Cruise, el cual asegura es ilegal
San Francisco, CA: General Motors (GM) ha emprendido acciones legales contra la ciudad de San Francisco por un impuesto sobre el servicio de vehículos autónomos de su subsidiaria Cruise. La compañía automotriz estadounidense alega que este impuesto es inválido según las leyes estatales y constitucionales.
La demanda presentada por GM ante el Tribunal Superior del Condado de San Francisco argumenta que el impuesto aprobado por la Junta de Supervisores de la ciudad, denominado “Impuesto sobre Vehículos Autónomos” (Autonomous Vehicle Tax), es ilegal bajo la legislación californiana. La empresa afirma que las autoridades locales no tienen la autoridad para imponer dicha tasación y que viola la Constitución del estado.
De acuerdo con el comunicado de GM, el impuesto a los vehículos autónomos de Cruise discrimina injustamente a la compañía y pone en peligro su capacidad para seguir brindando servicios de forma competitiva en San Francisco. Además, señala que este cargo adicional es injustificado considerando que ya existe un impuesto estatal a los vehículos autónomos y que la ciudad no puede duplicar dicha carga impositiva.
El impuesto en cuestión busca gravar los viajes en vehículos autónomos de Cruise a razón de 3 dólares por trayecto realizado dentro de la ciudad. GM, a través de su subsidiaria Cruise, cree que este impuesto desalentará la adopción de la tecnología de conducción autónoma y obstaculizará el progreso hacia una movilidad más segura y sostenible. La empresa también argumenta que el gravamen desincentivará la inversión y la innovación en el ámbito de los vehículos autónomos.
La ciudad de San Francisco aún no ha emitido comentarios públicos en respuesta a la demanda presentada por GM. Sin embargo, se espera que las autoridades locales argumenten que el impuesto a los vehículos autónomos es un medio legítimo para recaudar fondos y respaldar la inversión en infraestructura y servicios públicos relacionados con la tecnología de conducción autónoma.
Este litigio se suma a un debate más amplio sobre la regulación y la fiscalidad de los vehículos autónomos en los Estados Unidos. A medida que esta innovadora tecnología sigue desarrollándose, empresas como GM y ciudades como San Francisco tienen la responsabilidad de encontrar un equilibrio entre el impulso de la innovación y la aplicación justa de las regulaciones y los impuestos.