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Hombre remará solo desde Hawái hasta Australia por una buena causa
Un valiente hombre de nombre Victor Mooney ha desafiado los límites al embarcarse en una audaz expedición. Su objetivo: remar en solitario desde Hawái hasta Australia. Este intrépido aventurero de 55 años planea recorrer aproximadamente 8.000 millas náuticas en un viaje que se espera dure entre seis y siete meses.
Mooney, originario de Nueva York, buscará remar en su bote, el “Spirit of Malabo”, a través del vasto Océano Pacífico para generar conciencia y recaudar fondos. Su iniciativa tiene como propósito respaldar los programas de educación y promoción de la salud en Guinea Ecuatorial, país ubicado en África Central.
El estado de ánimo en Hawái, donde ha comenzado esta admirable travesía, es optimista. La comunidad local ha brindado un fuerte apoyo y ha seguido de cerca los preparativos de Mooney para su desafío atlético sin precedentes. Su bote ha sido equipado con todo lo necesario para garantizar su seguridad, incluyendo víveres para seis meses y un sistema de comunicación satelital para mantenerse en contacto con el mundo exterior.
El origen de esta ambiciosa empresa se encuentra en el trágico fallecimiento de Mooney en 2009 en su primer intento de cruzar el Atlántico desde África hacia América. Desde entonces, ha superado innumerables desafíos, incluyendo el reemplazo de su bote luego de que el anterior fuera arrastrado por las tormentas y naufragara.
El “Spirit of Malabo” es un testigo de su tenacidad y perseverancia, y ahora lo acompañará en esta osadía por las aguas del Pacífico. Mooney debe enfrentarse a varias amenazas a lo largo de su travesía, como tormentas tropicales, grandes olas y potenciales encuentros con tiburones. No obstante, su determinación y deseo de hacer una diferencia en el mundo lo impulsan a seguir adelante.
El objetivo principal de este agotador viaje es concienciar sobre la lucha contra el VIH/SIDA, enfermedad que ha afectado a la población de Guinea Ecuatorial. Como portador del VIH, Mooney busca romper el estigma asociado a esta enfermedad y demostrar al mundo entero que con atención médica y un estilo de vida saludable, las personas que viven con VIH pueden llevar una vida plena y productiva.
La comunidad internacional ha seguido con entusiasmo el viaje de Mooney, enviándole mensajes de aliento y brindándole su apoyo en este desafío humanitario único. El mundo tiene los ojos puestos en este intrépido remador, mientras él se adentra en las vastas aguas del Pacífico, recordándonos que los obstáculos pueden ser superados y que cada uno de nosotros puede marcar la diferencia, si está dispuesto a luchar por una causa justa.
