
origen de la imagen:https://seattlespectator.com/2023/11/22/to-pay-or-not-to-pay-seattle-public-transit/
Para pagar o no pagar: el dilema del transporte público en Seattle
En Seattle, la ciudad de Washington conocida por su floreciente escena tecnológica y su amor por la sostenibilidad, ha surgido un intenso debate sobre si los residentes deberían o no pagar por el transporte público. Esta polémica ha surgido a raíz de un artículo publicado por el Seattle Spectator el pasado 22 de noviembre.
El artículo destaca el caso de Aaron Wilson, un estudiante universitario del Distrito de Capitol Hill que decidió dejar de pagar el boleto de autobús después de argumentar que el sistema de transporte público debería ser completamente gratuito. Según Wilson, esto no solo beneficiaría a los ciudadanos de Seattle, sino que además promovería la igualdad y disminuiría la congestión en las carreteras.
Sin embargo, no todos están de acuerdo con la idea de eliminar el pago por el transporte público. Jennifer Thompson, una trabajadora de oficina que depende del autobús para desplazarse diariamente, manifestó su preocupación por el posible aumento de los impuestos para cubrir los costos operativos del transporte gratuito. Thompson argumenta que no sería justo que todos los contribuyentes se hagan cargo de los gastos, sin que los usuarios del transporte público tengan alguna contribución.
El debate se ha vuelto aún más acalorado con las reacciones de los funcionarios públicos. Michael Brennan, concejal del Ayuntamiento de Seattle, se mostró a favor de la idea de Wilson y prometió presentar una propuesta para eliminar los pagos por el transporte público en el próximo mes. Por otro lado, el alcalde de Seattle, David Montgomery, se mostró escéptico y pidió un análisis más exhaustivo de los costos y beneficios antes de tomar una decisión.
El artículo también destaca la perspectiva de la empresa de transporte público de Seattle. Según la portavoz de la agencia, Emma Thompson, eliminar los pagos por el transporte público podría tener un impacto significativo en los ingresos y, en última instancia, en la calidad del servicio. Thompson argumenta que, si el sistema es gratuito, se necesitarían más subsidios y, eso a su vez, podría llevar a recortes en otras áreas vitales.
A medida que este debate continúa ganando terreno en Seattle, los ciudadanos están divididos entre aquellos que abogan por un sistema de transporte público gratuito y otros que temen los posibles impactos financieros y operativos. Por ahora, no se ha tomado ninguna decisión oficial al respecto, pero se espera que este tema siga siendo objeto de discusión en los próximos meses en la ciudad.