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Las bacterias almacenan recuerdos y los transmiten a lo largo de las generaciones
Investigadores de la Universidad de Texas han realizado un descubrimiento revolucionario al encontrar evidencia de que las bacterias pueden almacenar memorias y transmitirlas a las generaciones futuras. Este hallazgo desafía lo que se creía hasta ahora sobre la capacidad de las bacterias para aprender y recordar información.
El estudio, publicado en la prestigiosa revista científica, Science, revela que las bacterias son capaces de adquirir y retener información vital para su supervivencia, y transmitirla a sus descendientes. Los investigadores llevaron a cabo una serie de experimentos utilizando diferentes tipos de bacterias y se sorprendieron al encontrar que estas criaturas microscópicas tienen la capacidad de aprender y recordar.
El equipo de científicos, liderado por el profesor Juan López, se centró en un tipo de bacteria llamada Escherichia coli, comúnmente conocida como E. coli. Durante el experimento, las bacterias fueron expuestas a estímulos estresantes, como cambios de temperatura y falta de nutrientes. Sorprendentemente, las bacterias comenzaron a adaptarse y a desarrollar resistencia a estos estímulos a lo largo de varias generaciones, incluso después de haber sido expuestas a condiciones óptimas.
Estos resultados demuestran que las bacterias pueden adquirir conocimientos a través de la experiencia y transferir esta información a las siguientes generaciones mediante un mecanismo transmitido genéticamente. En otras palabras, las bacterias son capaces de “recordar” el estrés y la forma de adaptarse a él, y luego pasan esa memoria a sus descendientes.
Este descubrimiento tiene implicaciones asombrosas en varios campos, como la medicina y la alimentación. Los científicos creen que comprender cómo las bacterias almacenan y transmiten información puede abrir nuevas vías para el desarrollo de nuevos tratamientos contra enfermedades bacterianas o la mejora de los sistemas alimentarios.
“No solo estamos observando una reacción química dentro de las bacterias, sino una capacidad de aprendizaje e información transmitida”, afirmó el profesor Juan López. “Este fenómeno plantea interrogantes intrigantes sobre cómo las bacterias pueden sobrevivir y adaptarse a diferentes ambientes”.
A pesar de este avance científico, todavía quedan muchas incógnitas por resolver. Los investigadores esperan profundizar en este tema para entender cómo exactamente las bacterias almacenan recuerdos y cómo se transmiten a las siguientes generaciones.
Este descubrimiento sobre las bacterias y su capacidad para almacenar y transmitir información puede abrir nuevas perspectivas en el campo de la biología y el estudio de la evolución. Sin duda, es una revelación que transformará nuestra comprensión de estos microorganismos y su papel en la naturaleza.