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La Universidad de Texas lamenta la pérdida del filántropo y importante benefactor Robert L. Moody
Austin, TX – La comunidad de la Universidad de Texas está de luto tras la triste noticia del fallecimiento del distinguido filántropo y destacado benefactor, Robert L. Moody. Su partida deja un vacío profundo en el corazón de todos aquellos que han sido testigos de su generosidad y espíritu altruista.
Moody, de 86 años, falleció pacíficamente en su residencia en Galveston el pasado jueves 17 de noviembre. Desde entonces, las muestras de aprecio y reconocimiento a su legado han inundado las redes sociales y los campus universitarios.
Conocido ampliamente como un hombre de negocios exitoso y un filántropo apasionado, Moody desempeñó un papel fundamental en el crecimiento e impacto de la Universidad de Texas a lo largo de los años. Su compromiso con la educación superior y el desarrollo cultural lo llevaron a convertirse en un benefactor clave en diversas áreas.
Durante su vida, Moody realizó donaciones significativas, cuyos beneficiarios se extendieron a través de programas académicos, becas estudiantiles, investigaciones científicas y el fomento de prácticas deportivas. Su apoyo financiero fue crucial para impulsar importantes avances y contribuir al enriquecimiento de la comunidad universitaria.
El presidente de la Universidad de Texas, quien consideraba a Moody como un amigo cercano, expresó su pesar y gratitud por su inquebrantable compromiso con la institución. “Bob Moody personificó los valores que guían a nuestra universidad: excelencia, generosidad y pasión por el conocimiento. Su legado perdurará a través de las vidas de aquellos a quienes tocó, y la comunidad universitaria siempre estará en deuda con su contribución”. El presidente también destacó el impacto duradero de Moody en la educación y la sociedad en general.
Además de sus contribuciones a la Universidad de Texas, Moody también fue un defensor destacado en otras áreas, particularmente en el ámbito de la salud y el bienestar comunitario. Sus iniciativas filantrópicas ayudaron a fomentar la atención médica de calidad y mejorar la calidad de vida para muchas personas.
El fallecimiento de Moody ha dejado un gran vacío en la comunidad de filantropía y en aquellos que lo consideraban un mentor y amigo. No obstante, su espíritu generoso y su legado perdurarán para siempre, inspirando a las futuras generaciones a contribuir al bienestar y progreso de la sociedad.
La Universidad de Texas se une a millones de personas en el duelo por la pérdida de un hombre excepcional. Su influencia y su dedicación a causas nobles permanecerán grabados en los corazones de quienes lo conocieron y en las huellas que dejó en la universidad y en la sociedad.
