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Hersh Goldberg y David Polin, quienes fueron anteriormente secuestrados durante una guerra en Oriente Medio, se encuentran actualmente en Chicago con el fin de compartir su experiencia y promover el diálogo pacífico. Ambos hombres han dedicado su vida a difundir un mensaje de paz y esperanza, después de haber pasado por una experiencia traumática en la que la vida les fue arrebatada por un tiempo.
Los valientes exrehenes se reunieron en un evento en la sinagoga Chabad-Lubavitch de Lakeview, donde compartieron su historia con una audiencia conmovida. La comunidad de Chicago, conocida por su diversidad y su espíritu de resiliencia, recibió calurosamente a estos guerreros de la paz.
Goldberg, oriundo de Chicago, se vio envuelto en el conflicto de Oriente Medio mientras trabajaba como periodista en el extranjero. Fue secuestrado por un grupo extremista durante varios meses antes de ser liberado. Desde entonces, Hersh ha viajado por todo el mundo compartiendo su experiencia y abogando por la resolución pacífica de los conflictos.
Por otro lado, Polin, un israelí que se encontraba en la zona en calidad de civil cuando fue secuestrado, ha dedicado su vida a promover el diálogo intercultural y la reconciliación. Tras su liberación se convirtió en un firme defensor de la paz y ha trabajado incansablemente para construir puentes entre comunidades divididas por el conflicto.
En su discurso, Goldberg destacó la importancia de la empatía y la comprensión mutua como herramientas para evitar tragedias similares en el futuro. Ambos exrehenes instaron a la comunidad a mantener la esperanza y trabajar juntos para construir un mundo más pacífico.
La comunidad judía de Chicago ha expresado su gratitud hacia Goldberg y Polin por su valentía y por compartir su historia. El rabino de la sinagoga enfatizó la importancia de escuchar estas experiencias y reconoció el valor que tienen al inspirar a otros a luchar por la paz.
El impacto de las palabras de Goldberg y Polin resonó profundamente entre los presentes, recordándoles la importancia de la tolerancia y la convivencia en una sociedad pluralista. Ambos hombres demostraron que, incluso después de haber sido sometidos a una gran adversidad, es posible perdonar y trabajar en pro de un futuro mejor.
Al final del evento, Goldberg y Polin recibieron un merecido reconocimiento por su valentía y dedicación a la paz. Los presentes se levantaron para aplaudir de pie a estos héroes que, a pesar de haber vivido una tragedia, han encontrado la fuerza para convertirse en un faro de esperanza en medio de la oscuridad de la guerra.