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Instacart busca utilizar a los usuarios para negarle derechos a los trabajadores de aplicaciones.
En un reciente artículo publicado por The Stranger, se revela que la empresa de entrega de comestibles Instacart está buscando aprovechar a sus usuarios para negar los derechos laborales a los trabajadores que utilizan su aplicación.
El informe destaca que Instacart ha implementado nuevas políticas que obligan a los trabajadores a firmar acuerdos de arbitraje obligatorio, lo que significa que no pueden presentar demandas colectivas e individuales en caso de disputas laborales. Estos acuerdos, según expertos laborales, son una forma eficiente de negar a los trabajadores su derecho a buscar justicia en el sistema legal.
La compañía, que ha experimentado un crecimiento significativo en el último año debido a la demanda de servicios de entrega a domicilio, se encuentra en el centro de atención por su trato a los trabajadores. A pesar del aumento de la demanda, Instacart ha optado por mantener a sus trabajadores clasificados como contratistas independientes en lugar de empleados regulares, lo que les otorgaría beneficios y protecciones adicionales.
Expertos legales argumentan que las nuevas políticas de arbitraje obligatorio implementadas por Instacart son un intento de evitar las demandas judiciales que podrían poner en peligro su modelo de negocio. Al negarles a los trabajadores la posibilidad de agruparse y buscar una solución conjunta, la empresa busca evitar el riesgo de enfrentar demandas colectivas y el potencial de tener que cambiar su modelo de clasificación laboral.
Desde la perspectiva de los trabajadores, esto es una clara violación de sus derechos y una táctica desleal por parte de Instacart. Han surgido diversas protestas y manifestaciones por parte de los trabajadores, exigiendo una mejor protección laboral y la clasificación como empleados regulares.
La indignación también ha llegado a algunos usuarios de Instacart, quienes desconocían que estaban siendo utilizados como herramientas para negar derechos laborales a los trabajadores de la aplicación. Muchos de ellos han expresado su disgusto y han manifestado estar dispuestos a buscar alternativas que ofrezcan un trato más justo a los trabajadores.
A medida que aumenta la atención sobre el conflicto entre Instacart y sus trabajadores, queda por ver qué medidas tomarán las autoridades competentes en términos de protección laboral y regulaciones para este tipo de aplicaciones. Mientras tanto, los trabajadores continúan luchando por sus derechos y buscando apoyo de la sociedad y las organizaciones laborales.